Che, ustedes que siempre me cargan porque soy pichinchera, resulta que la Reina de La Salada, una tal Barbie Pop, deschavó a las famosas que, camufladas y ocultas tras gafas oscuras, van a comprar ahí. Un quemo total.
¿En serio? Esa mina no tiene códigos. Se perdió unas cuantas clientas vip.
¿Pueden creer que entre otras clientas fijas, está Evangelina Anderson? Con toda la mosca que tiene la Sra. de Demichelis. ¡Qué rata de albañal!
Mirá, Pina, la ropa luce según quién se la ponga. No se trata de gastar fortunas en marcas caras, sino en tener clase a la hora de vestirse. La elegancia y el glamour no se compran. Un trapo llevado con estilo, garpa.
También es cierto que la mona, aunque se vista de seda, mona queda.
Me hiciste acordar. ¡La Mona Jiménez acaba de cumplir 60 pirulos! Yo le daba muchos menos al cuartetero.
Se mantiene bien porque se lo pasa moviendo las tabas. Así cualquiera.
El que no está en forma es el novio de la Lopilato, Michael Bublé. Lo escracharon en una foto luciendo una prominente buzarda en Barbados.
¡No vas a comparar la Bristol con Barbados! Ahí todo es re-top, hasta la panza.
La Lopilato se sacó la grande con el canadiense. Está forrado en guita.
Y ya fijaron fecha de casorio. Hasta se dieron el lujo de correrla para que no coincidiera con la boda real inglesa. No sea cosa que los opaque el Príncipe.
Unas tanto, y otras tan poco. Qué mal repartido está todo. Qué injusto, ¿no?
Hablando de famosos millonarios, ¿será cierto el nuevo romance de Marcelo?
No sé. Esa chica parece una fotocopia de su ex, Paula, con algunos años menos.
Y, será el modelo de mina que le gusta. Alta, flaca, natural, cero producida…
Insulsa. Desabrida. Sosa. Del montón. Con los camiones que tiene al alcance de la mano, Don Ideas del Sur elige un Fiat 600. No me cierra.
¡Qué prejuiciosa, Su! Me extraña. Te tirás contra el género. El aspecto no tiene nada que ver. Las otras que se le regalan al Cabezón son plásticas y huecas.
En una de ésas la está usando de pantalla para ocultar un romance posta, posta
Otra desubicada fue la Bali, deschavando amoríos pasados. ¡Qué buchona!
¡Y las que van a salir! Basta que una abra la boca, para que las demás la sigan.
La discreción paso de moda, chicas. Ya no existen los secretos. Trapitos al sol.
Lo que tampoco existe más es el zodíaco tradicional. Me pasé años enteros leyendo el horóscopo al reverendo cuete. Ahora resulta que no soy de Sagitario sino de Kosiuko. ¡Qué bajón!
Ofiuco, papanatas, no Kosiuko. Cómo se nota que sos marquera, eh.
Bueno, lo que sea. Me engañaron toda la vida. Lo único que me falta es que aparezca Ludovica y me cambie el chino también. No doy para sustos.
Es lo que yo vengo diciendo: se acabaron las certezas. De todo tipo.
Sí, eso. Sobre todo con los tipos. Con ellos tampoco se sabe últimamente.
Hasta el kilo perdió peso, ¿se enteraron? Parece que la pieza de platino que es el prototipo internacional, de tanto manosearla, se achicó.
¿En serio?¿Entonces vivimos a dieta sin razón? ¿Hasta la balanza nos engañó?
En cualquier momento se descuelgan con que la tierra es plana, sostenida por una tortuga y cuatro elefantes, como decían los antiguos.
Brindemos entonces por la antigüedad, de la que ya somos parte. ¡Chin, chin!