¡Ay chicas! Por fin dejaron de hablar del “Juanitagate”. Qué alivio. Un respiro.
Es así, Nené. Un escándalo tapa otro a la velocidad de la luz. Ahora estamos todos pendientes del culebrón co-producción argentino-uruguaya intitulado “Forlanara”
Qué bajón Tenían todo listo para los confites: pilcha, salón, saladitos, souvenirs …
Típico “casamientus-interruptus”. El diablo metió la cola y se pudrió todo.
¿Te referís a la guita, Beba? Porque ésa fue la madre del borrego, en mi opinion.
Es que el “botín de oro” gana fortunas, y no tenía muchas ganas de compartir.
¿El o su familia? ¿No habrá sido un litigio entre consuegros?
Decís litigio y me suena a guerra de fronteras. ¡Que la sangre no llegue al río!
Hay otro término muy belicoso: parece que Zaira fue obligada a “capitular”.
¿Capitular antes de dar batalla? ¿Rendirse de antemano?¡Así no vale!
¡Qué amarrete el charrúa! “Lo mío es mío, y lo nuestro también.”
Más que botín de oro, en mi barrio lo llamarían “codito de oro”.
Pobrecita, ella, que tuvo que dejar su carrera y rechazar propuestas de trabajo.
¿Qué carrera? ¿Qué propuestas? ¿Hablás en serio, Amanda?
¿Cómo qué carrera? La chica es modelo, conductora, hace avisos, presentaciones
No exageres. Tampoco la pavada. No es ni Naomi Campbell ni Oprah Winter.
Pero por lo menos no se hizo famosa como la hermana, la virgencita Wanda.
A mí me da pena él. Las malas lenguas dicen que patea para el otro arco.
Ya van a salir hordas de travestis y gatos para echarle una buena mano de bleque.
Los chimenteros chochos. Mucha tela para cortar. Al menos por una semana.
Después van por separado al living de la Su, y dan su versión de los hechos.
Convengamos que estas chicas no comulgan con el dicho “contigo pan y cebolla”.
Y, no. Es amor a primera vista, sí, pero de la billetera, la chequera, la tarjeta gold.
¿Entonces se acabó el amor verdadero, desinteresado, puro, honesto, espiritual?
¿Vos decís el de las novelas de caballería, Beba? Y sí. El último debe haber sido el de Dulcinea del Toboso y el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Pero ese personaje era ficticio. Un producto de la imaginación del manchego.
Y este romance también fue ficticio. Casi una transacción comercial. Un bleuf.
Ahora me entró la duda:¿durará la dupla Lopilato-Bubblé?
Seguro que el canadiense le hizo firmar el famoso contrato pre-matrimonial.
Sí, pero también se casaron en nuestro país, y eso aquí no corre.
¡La guita que se hubiera ahorrado la Giménez con el polista cenicereado!
¿El cortamanzanas no se habrá amigado con su ex para no repartir bienes?
¡Qué mal pensada, Nené! Tal vez es una reconciliación sincera.
Adoro tu ingenuidad, amiga. Te mantiene joven y fresca. Crédula hasta la médula.
Hablando de creer y no creer, ¿vieron lo empapelada que está la ciudad con las caripelas de los candidatos? Parece un album de figuritas gigante.
Y todos con su mejor sonrisa. Seductores, simpáticos, lisitos, fotoshopeados.
Parecen decir: “Elejíme a mí, que soy más lindo, más bueno, más confiable”.
Yo estoy más perdida que piojo en peluca. Ni idea a quién votar.
Yo soy repentista. Entro al cuarto oscuro y veo qué pinta.
“La pinta es lo de menos, vos sos un gordo bueno”.
¡Qué modernas, chicas! A ver si renovamos el repertorio. Tiren los discos de pasta
Brindo por los 2 grandes embusteros: la política y el amor verdadero. ¡Chin, chin!