¡Qué florida, Emi! Un lukete muy hippie. “Flower power”.
Y, sí. Mañana florecemos todas. Bellas caléndulas.
¡Ojo que a ésas también se las llama “culo de vieja”, eh!
No sé ustedes, pero a mí la primavera me pone de buen humor.
Y sí, aunque todo lo demás te lo tira al tercer subsuelo.
Si vas a bajonearnos, Susy, te muteo “ipso facto”.
¿Qué me vas a hacer?
Te muteo. Te silencio. Como hace Cris cuando algún senador dice algo que no le gusta.
¿Vos decís que le corta el micrófono?
Sí. ¡Corta la bocha!, como dijo el filósofo urbano Ivo Cutzarida.
Pero eso, ¿se puede hacer?
Poder, se puede. No sé si se debe.
Si vamos al caso, hay tantas cosas que no se deben hacer, y se hacen igual. Como lo que confesó Pampita.
¿Qué cosa?
Que en algún momento de su vida, se hacía pasar por “amiga” de alguna cumpleañera, que la contrataba para despertar la amarilla envidia de sus invitados.
Eso es como hacer “presencias” en los boliches. No está mal.
Sí, pero el detalle es hacerse la amiga íntima de la dueña de casa. Un fraude.
Yo me saco el sombrero, qué querés que te diga. Admiro a las minas que se las ingenian para hacer guita sin invertir. Como Reina Reech, que consigue empleada doméstica gratarola, a cambio de un chivex de la empresa.
¡No te puedo creer! ¡Qué ventajera!
Todas son las Reinas del Canje. Pastillas, cremas, tratamientos, esteticistas, odontólogos, electrodomésticos, viandas, lukyvenga. Todo canjerovich.
¿Yo veo mal, Euge, o tenés una pala al lado de la compu?
Es que estoy por zanjear mi propiedad, chicas.
¿Por qué? ¿Te rebalsó el pozo ciego, Zulmita?
¡No! Tengo miedo que me intrusen el terrenito de al lado. Y en la tele vi que todos zanjean últimamente. Lo tengo baldío, y me da cosita. Con lo que me costó comprarlo para los chicos.
Lo de las zanjas me hace acordar al foso que rodeaba castillos y fuertes en la antigüedad, para parar los ataques enemigos.
Si te ponés a pensar, estamos volviendo a la antigüedad. Con prisa y sin pausa. Marcha atrás a todo galope. Hasta una pandemia tenemos, como la peste en su momento.
Involución, se llama. Con unos cuantos líderes mundiales, parientes cercanos de los dinosaurios. Trump, Bolsonaro, entre otros.
¡Che! ¿No era que la primavera nos levantaba el ánimo? Son unas agretas ustedes. Voy a dar por levantada la sesión si no se cambian el chip.
¿El chip? ¿De jamón y queso? No paro de pensar en morfi.
¿Qué les parece si mañana hacemos un picnic virtual? Yo pongo el mantel a cuadros.
¡Si nos habremos puesto de novias cuando éramos adolescentes el Día de la Primavera!
De novias, no sé, pero que tuvimos los primeros encuentros cercanos, ya lo creo. Flor de chapes nos mandábamos en el pasto.
Por eso te llamaban “guadaña”, ¿no? Una afiladita y a los yuyos.
Bueno, chicas. Las dejo. Me voy a zanjear, si la lumbalgia me lo permite.
Si no sobrevivís, Zulma, aprovechamos la zanja como tu última morada, ¿qué te parece?
La boca se te haga a un la’o. Propongo un brindis vintage. ¡Salud con Bidú! ¡Chin, chin!