Elsita, ¿vos seguís soltera y
con ganas de dejar de serlo?
Y, sí. Solterita con apuro. Ya no
me cocino al primer hervor ni con una garrafa. Pero no pierdo las
esperanzas, Olguita.
Hacés bien. Porque habrás visto
cómo enganchó la joven modelo al mega millonario, ¿no?
¿Quién a quién?
¿Cómo quién a quién? Elina
Fernández engualichó a Eduardo Costantini. Lo cazó y lo casó.
Ni enterada. ¿El dueño del
Malba?
Entre otras tantas cosas. Un
magnate el veterano.
¿Veterano? ¿Por?
Y, sí. 72 pirulos. Y ella, 29.
Nunca falla. Billetera mata galán.
¿Y cómo lo conquistó?
Con una tanga, dicen las malas
lenguas.
¿Cómo? ¿Se presentó en paños
menores? Así, cualquiera.
¡No! Le hizo un gualicho. Hirvió
una tanga y le dio a tomar el juguito.
¿Juguito de tanga?! ¡Qué
asquete! ¿Cómo no se dio cuenta él?
Seguro que se lo mezcló con coca,
o fernet, o café, vaya una a saber.
O sea que le hizo un “amarre”.
Le tendió una trampa.
Y le salió bien. Casamiento a
toda orquesta en el Alvear.
¿Él tiene hijos?
Sí. Más grandes que la flamante
esposa, obvio. La deben querer comer cruda. Es la nueva heredera.
¿Y cómo sabés lo de la tanga?
¿Te consta?
Porque se filtró un audio en
portuñol de Anamá Ferreira. Un whatsapp que le mandó a un grupo
de amigas.
¿Amigas? Enemigas dirás, si
hicieron público ese audio. La deschavaron sin piedad.
¿No será envidia? Más de una
quisiera estar en los zapatos de la pendeja.
O en su tanga.
¿Y vos que me querías proponer,
Olguita? ¿Qué hierva un calzón para enganchar candidato? Porque
la única tanga que tenía la convertí en barbijo, como nos
sugeriste. El domingo pasado.
¡Chicas! ¡Déjense de brujerías!
Y vos, Elsita, ya no estás para esos trotes. Ya enterraste varios
maridos. Aflojá un cacho.
Mirá si te toca uno como Plácido
Domingo, que terminó admitiendo su mano larguez.
Y se arruinó la carrera. Le están
cancelando todas las presentaciones. Triste final.
Debió pensarlo antes de
propasarse. Bien merecido lo tiene.
Como Harvey Weinstein. Está hecho
pelota. Deprimido y entre rejas. Que se joda.
Ahora que decís rejas. ¿lo
vieron a Bublé cantándole a los gorilas?
¿Qué gorilas? ¿Los que no
detestan a Alberto y a Cris?
¡No! Gorilas gorilas. En un
zoológico de Australia. Adoran sus canciones. Parece que los tonos
bajos del dorima de la Lopilato se parecen a los sonidos que ellos
emiten cuando sienten placer.
¡Qué bolazo! ¿Cómo se puede
comprobar eso? Además yo vi el video, y no le dieron ni bola a
Bublé. Público frío el gorilaje.
Será una movida de prensa. Como
el revuelo que armó Jimena Barón, para luego sacar una canción
pedorra, parecida a tantas otras.
Chicas, nadie se acordó de mi
cumple, que fue ayer. Recuerden que tengo la suerte de cumplir cada
4 años. Por eso siempre seré más joven que todas ustedes.
¡Ah, cierto! Bisiesta y
siniestra. ¡Apio verde tú yú! ¡Chin, chin!